lunes, 19 de marzo de 2012

Hemos sabido responder a tus humillaciones Juan.
Hemos sido responsables, hemos llenado cada uno de tus formularios.
Mi consuelo es saberte viejo y resignado. Incapaz de haber sentido el vértigo de amar.
Yo a mis hijos los venero, tomamos la sal de los parabrisas y la mordemos para endulzarla con mi mujer.
En cambio tú Juan, te llenas la boca de amargura eterna, obligando los soldados a comernos vivos

sábado, 14 de enero de 2012

volver

Sumergirme y consolar los dos espacios que habitan en mi boca.

Grupúsculos semi vacíos que alegan demandas completamente diferentes.
Subverso de lo escandaloso que resulta para mi orgullo amarte.
Refrán popularmente recitado el que construye armas nucleares en tu contra: siempre tan compuesto, tan sabio, tan ajeno y tan burda yo, tan de pueblo, tan mimada, oscura, tan mala.

Respiro, trago saliva, me raspo el labio señalando los 20 pasos que me quedan y el abismo.

Entonces los dos saben que los diplomas amarillan y así son capaces de contradecirme, haciendo que un tercero entre en competencia: EL PORVENIR. Uno que ya sabe demasiado, que termina todas las noches encima de una tarima, bailando con un cuerpo masculino, vestido como una altísima mujer.